Banyoles | Pla de l'Estany (Girona)


DATOS BÁSICOS

Superficie: 11,05 km²
Altitud: 172 m
Habitantes en 2023: 20.492
Densidad de población en 2023: 1.854,48 hab/km²

DESCRIPCIÓN

En Banyoles, un extenso lago yace en medio de la llanura que da nombre a la comarca, el Pla de l'Estany. Se trata en realidad de un conjunto lacustre, pues hasta 8 pequeños estanques salpican los alrededores del mayor. Las aves acuáticas encuentran aquí su paraíso particular, así como la gran diversidad de flora característica de lugares húmedos. Junto al gran lago, plataformas de madera nos permiten adentrarnos unos metros sobre las aguas, y senderos bajo los árboles lo rodean.

El lago mide 2.150 metros de largo por 775 metros de anchura máxima, y tiene una profundidad máxima de 130 metros. De origen cárstico y tectónico, se nutre de corrientes subterráneas procedentes de la Alta Garrotxa, con un caudal medio de 600 litros por segundo. Vierte sus aguas en el río Terri a través de cinco canales construidos por frailes benedictinos en el siglo IX, lo cual hizo descender notablemente el nivel del agua, convirtiendo en tierra firme y habitable lo que habían sido pantanos y humedales.

El núcleo de población conserva un casco histórico de interés nacional, con calles angostas entre edificios góticos y su Plaza Mayor porticada, entre otros grandes atractivos como el Museo Arqueológico y el Museo Darder, o el monasterio de Sant Esteve.

PUNTOS DE INTERÉS

El monasterio de Sant Esteve fue fundado en 812 por el abad Bonitus. Fue reconstruido en el año 957, tras sufrir la destrucción por parte de invasores. La portada es del gótico tardío, mientras que la iglesia y el claustro son neoclásicos, del siglo XVIII. Conserva en su interior la arqueta de Sant Martirià, patrón de Banyoles, y el retablo de la Virgen de la Escala, ambos del siglo XV.

Monasterio de Sant Esteve
Entre 1269 y 1333 se levantó la iglesia parroquial de Santa Maria dels Turers, una de las principales muestras del gótico catalán. Tiene campanario de espadaña, ábside heptagonal con contrafuertes y un pórtico neoclásico del siglo XIX.

Santa Maria dels Turers
La Plaza Mayor es cuadrada, con 40 grandes arcadas del siglo XIII. Está poblada de grandes plátanos, y acoge un mercado cada miércoles.

El convento de Sant Martirià, sobre un monte con vistas al lago, se encuentra actualmente en ruinas. Fue habitado por monjes capuchinos de 1583 a 1638. Cuatro meses más tarde, el obispo de Girona permitió que fuera ocupado por frailes de la orden de los servitas. Los benedictinos del monasterio de Sant Esteve no los aceptaron, y llegaron a expulsarlos en 1674. Pero en 1723 empezaron a reconstruir el convento, inaugurado em 1784. Las tropas napoleónicas los expulsaron en 1809, y el convento fue fortificado. En una ausencia de la guarnición, se demolieron los edificios.

Sant Martirià
El Museo Darder de Historia Natural fue inaugurado en 1916. Tiene su origen en la donación, por parte de Francesc Darder i Llimona, de una colección de fósiles, animales disecados y objetos arqueológicos y folclóricos, incluyendo un hombre disecado desenterrado en 1888 en el Kalahari. El hombre estaba expuesto en una vitrina, lo cual levantó en los años 1991 y 1992 una fuerte polémica de ámbito internacional, que terminó con la repatriación de los restos a Botswana. Hoy en día el Museo está profundamente renovado, y añade a sus colecciones una exposición permanente sobre la cuenca lacustre de Banyoles.

El Museo Arqueológico Comarcal está alojado en la Pia Almoina, un palacio gótico del siglo XIV. Su pieza más renombrada es la llamada "mandíbula de Banyoles", el hallazgo más antiguo de la ciudad. Tiene 80.000 años de antigüedad y perteneció a un preneandertal. La encontró el picapedrero Llorenç Roura en 1887, cerca del cementerio de Mata en el término de Porqueres, y fue adquirida y dada a conocer por el paleontólogo Pere Alsius i Torrent.

El poblado Neolítico de la Draga fue descubierto en 1990 junto al lago. Está fechado en el 5.300-5.000 aC, y cuenta con reproducciones de cabañas. Realiza visitas guiadas y actividades infantiles.

La Lonja del Tinte es un edificio gótico del siglo XV, utilizado para teñir las ropas y tejidos que se elaboraban en la ciudad. Conta de dos naves separadas por grandes arcos ojivales, y actualmente se utiliza como espacio de exposiciones de arte contemporáneo.

Las pesqueras son pequeñas casas construidas dentro del lago, junto a su orilla. Hay un total de 20, y fueron declaradas Bien Cultural de Interés Nacional en la categoría de Jardín Histórico. Son del siglo XIX y primera mitad del XX; fueron usadas para guardar los aperos de pesca, y más tarde como casetas de baño. Una de ellas acoge la Oficina de Turismo del Lago.

HISTORIA

Los primeros vestigios de viviendas en la cuenca lacustre son del primer Neolítico, en el poblado de la Draga, con 5.400 años de antigüedad. El origen de la villa es el monasterio de Sant Esteve, edificándose al poco de su fundación (siglo IX) las primeras casas en la tierra que lo separaba del lago. Banyoles tiene un mercado documentado desde el año 1086. Ya en el siglo XII era uno de los principales centros textiles de los condados catalanes, y exportó paños en los siglos siguientes por todo el Mediterráneo. La villa era tributaria del monasterio y dependía de él jurídicamente, pero en 1303 se consiguió del abad Bernat de Vallespirans una carta municipal que permitió desvincularse de él y regirse por el Consell de Prohoms (Consejo de Prohombres), formado por cuatro jurados y diez consejeros elegidos por los cabezas de familia. En los siglos XIII y XIV vivió una gran expansión derivada de esta industria, y a lo largo del canal Mayor se instalaron molinos y fábricas relacionados con el sector. La población creció dentro de un recinto amurallado, con origen en 1209 y completado durante el siglo XV.

Tras este período de esplendor llegaron siglos de decadencia, hasta que pasada la Guerra de Sucesión Banyoles experimentó un fuerte crecimiento en todos los órdenes, especialmente en el económico y el demográfico. A partir de la segunda mitad del siglo XVIII encabezó la producción de tejidos de cáñamo, aunque en el siglo XIX la industria sufrió una recesión, y se salió del paso exportando ajos y criando cerdos y mulas. En 1920 Alfonso XIII le otorgó el título de ciudad. En la segunda mitad del siglo XX hubo un nuevo crecimiento demográfico (especialmente en los años 60), y la industria (metal, textil, alimentación), la construcción y la madera tomaron el relevo definitivo a la actividad agrícola y ganadera, que es hoy en día minoritaria.

En la actualidad el turismo tiene una gran importancia en la ciudad. El lago representa un gran punto de atracción, y se practican en él variados deportes acuáticos. Tales actividades han sustituido a las turismo de balneario que se desarrolló en la fuente Pudosa (de agua sulfurosa y cálcica) desde el siglo XVIII. En 1988 se concedió a Banyoles la capitalidad de la nueva comarca. En 1992 fue subsede de remo de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

ENLACES




FOTOS


Parque de la Draga




Escut de Banyoles
Escudo municipal
Situación en la comarca

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